Sobre Mindfulness se ha escrito bastante, pero aún no deja de sorprenderme los derroteros que puede tomar su práctica en la vida de las personas.
Así lo pude apreciar una vez más con el libro
A las puertas de Infierno, en el que Claude Anshin comparte su historia de vida, que es bastante dolorosa debido a que creció en un hogar donde era habitual el trato violento por parte de sus padres, más tarde vivió en carne propia lo que significó el estar en una guerra, la de Vietnam.
Luego de evadir por bastante tiempo su dolor abusando del alcohol, drogas y el sexo. ¡Literalmente tocó fondo!, decidió comenzar a andar el camino que lo llevaría a encontrar paz. Lo primero fue enfrentarse a sus propios fantasmas, dejó de escapar de los sentimientos de aflicción. Llegando a la meditación y a las prácticas de Mindfulness.
¡Todos tenemos nuestro propio Vietnam!
Todos tenemos luces y sombras. Y mientras no enfrentemos nuestro propio dolor, miedos que surjan por la razón que sean. El camino más difícil y pedregoso es intentar negar estos sentimientos de aflicción.
Tal cual lo menciona Claude en su relato, cuando pudo ver y hablar de su sufrimiento, dejó de evadir mediante drogas, alcohol y todo lo que consumía para anestesiar su sufrimiento comenzó el proceso de sanar sus heridas, tanto de la infancia como de la guerra.
Con las prácticas de Mindfulness se van observando los pensamientos, se aprende a dejar de resistir. Poco a poco se aprecia que si dejas pasar estos pensamientos pierden consistencia, dejan de tener vida propia. En ese caso podemos aceptar lo que ya no podemos cambiar como nuestro pasado pero sí modificar lo que esté a nuestro alcance y nos haga daño. ¡Aceptación no es resignación!.
Cuando se habla de resistir, viene a mi mente esta fórmula que planteó un monje budista que grafica bien lo que pasa
Dolor x resistencia= sufrimiento
Ahora esto tiene solución pero es importante aplicarse partiendo por darnos cuenta y ser conscientes de nuestros pensamientos, esto puede ser a través del desarrollo de habilidades metacognitivas, que es cuando somos conscientes de que estamos fantaseando, o que nos distraemos planificando, recordando... es ahí donde surge la posibilidad de volver y estar en el presente.
La metacognición que es la capacidad de darnos cuenta de los procesos mentales, es uno de los beneficios de Mindfulness, que con sus prácticas tanto formales como informales pretenden traernos de vuelta momento a momento dando cuenta de que entramos en un bucle mental.