En nuestra vida cotidiana hemos normalizado hacer varias cosas a la vez, y el problema es que, al dispersar nuestra atención, no logramos concentrarnos en nada realmente significativo.
La vida pasa rápidamente, y sin darnos cuenta, nos perdemos de experiencias valiosas por estar ocupados con distracciones constantes, como el celular, que nos saca del momento presente. Los japoneses tienen un término para describir la pérdida de esos breves momentos de belleza: "aware", que hace referencia a la felicidad y melancolía que acompañan lo efímero. Esto nos invita a reflexionar sobre la importancia de estar atentos, sin perdernos en pensamientos sobre el futuro o quedarnos atrapados en el pasado. La idea es vivir y disfrutar intensamente esos momentos únicos.
¿Cómo podemos hacerlo?
Podemos comenzar con pequeños cambios, como dejar el celular a un lado y comer sin distracciones, o simplemente sentarnos en un parque, plaza o jardín, si tenemos uno, y estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Fija tu atención en un árbol, en los sonidos que te rodean, en las sensaciones de tu cuerpo. Regálate unos minutos de pausa, observando algo como si lo vieras por primera vez.
Este cortometraje ilustra lo distraídos que solemos estar, perdiéndonos de los momentos importantes de la vida. Como menciona el protagonista, si el tiempo fuera ilimitado tal vez no importaría, pero la realidad es que es breve y pasa volando.
El mindfulness nos invita a reencantarnos con la vida, volviendo a observar con más atención. Jon Kabat-Zinn, pionero en la difusión del mindfulness, propone que uno de sus fundamentos es volver a saborear cada momento, dejando atrás los bucles mentales que nos distraen del presente. Al practicarlo, aprendemos a vivir con mayor conciencia y a apreciar lo que tenemos delante, en lugar de perdernos en la vorágine de la multitarea y las distracciones.