¿Quién no ha vibrado con una canción?, ¿quién no ha cantado alguna vez en la ducha?, de hecho en el cine la música es fundamental para dar un sentido a una escena…
De tiempos inmemoriales la música ha estado presente en la historia de la humanidad, las diferentes culturas la han utilizado para expresar emociones, contar historias y conectar con lo más profundo del ser humano. Pareciera que cada momento o situación tuviera un sonido propio, ¿te ha pasado que alguna música te rememora algo?, a veces alterando el estado de ánimo, ya sea con un recuerdo grato y con los no tan gratos.
Numerosos estudios han demostrado que la música puede tener un impacto significativo en el cerebro y la mente. La música estimula la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, lo que explica por qué escuchar música puede ser tan placentero.
Es tal el impacto de la música en nuestras vidas que Daniel Levitin, músico, psicólogo y neurocientífico señala que entre otras cosas la música nos eleva el sistema inmunitario, ejerce una influencia importante en nuestra mente y en su libro
El Cerebro musical, nos demuestra cómo la música incluso puede condicionar sociedades enteras.
La música se ha utilizado con fines terapéuticos. En la musicoterapia, por ejemplo, se emplea la música para ayudar a las personas a enfrentar problemas emocionales, físicos o mentales. Como también, se ha observado que la música puede ayudar a pacientes con enfermedades crónicas o en recuperación a encontrar alivio y mejorar su bienestar general. De esto nos habla Oliver Sacks neurólogo, en su libro
Musicofilia.
Por lo antes mencionado y por el impacto que la música puede tener en nosotros, este artículo tiene como objetivo invitarte a indagar a través de un ejercicio simple y evaluar ¿cómo nos influye la música? y ¿qué cambios podemos experimentar?.
Es interesante detenernos para apreciar si lo que escuchamos puede dar información de nuestro estado de ánimo, basta escuchar la playlist que llevamos o que más escuchamos, para saber en qué frecuencia estamos sintonizados.
En este ejercicio simple y que te llevará poco tiempo, que puedes realizar en la comodidad de tu hogar o donde gustes. Te invito a entrar en este espacio de conexión contigo mismo y descubrir el impacto que puede tener la música en tu estado de ánimo.
Estado de ánimo actual
En esta columna, registra cómo te sientes antes de oír música. Puedes usar la escala del 1 al 10. |
Qué tipo de música
Anota el nombre de la pieza o canción y tipo de música. |
Estado de ánimo posterior
En esta columna registra tu estado de ánimo después de escuchar música con la escala del 1 al 10. |
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Importante: Escala de 1 al 10: donde uno, es el ánimo muy bajo y 10 es muy bueno.
Ya finalizado el ejercicio, te planteo las siguientes inquietudes ¿pudiste determinar con qué música varió más tu estado de ánimo?, ¿cuál es tu estado de ánimo más común?, ¿Qué te gusta escuchar?. Esta información puede ser relevante al momento de evaluar con qué sintonizas de manera frecuente.
Esta práctica la puedes repetir cuantas veces desees. De hecho puedes armar tu playlist propia con la música que más te agrada y que te haga sentir bien. Puedes regalarte este momento algunas veces por semana.