"Abrazando Nuestra Humanidad: El Poder Curativo de la Autocompasión"

Ana V. Morales
Sintonía Musical: La Clave para Encontrar tu Equilibrio

Es común confundirla con lástima, pena o conmiseración. Incluso se piensa que si la practicamos nos volveremos unos flojos ya que nos permitiremos todo y no rendiremos. ¡Qué alejados estamos de la realidad!

¿Qué se entiende por Autocompasión?


La autocompasión es el acto de brindarnos a nosotros mismos el mismo cuidado, consuelo y serenidad que naturalmente ofrecemos a quienes queremos cuando están sufriendo, cuando enfrentan fracasos o se sienten inadecuados o como dicen Germer y Simón ”Es una práctica que nos permite tratarnos con amabilidad y comprensión en momentos de dificultad y autocrítica”.

Vivimos en una sociedad, donde la autoexigencia y la búsqueda constante de rendimiento en todas las áreas de la vida son ampliamente aceptadas y normalizadas. Sin embargo, este enfoque puede llevar a un sentimiento de agobio y desconexión emocional. La psicóloga norteamericana Kristin Neef ha estudiado cómo nos tratamos internamente y cómo esta voz interna puede tener un profundo impacto en nuestra vida. Por otra parte el filósofo Byung Chul Han se refiere en otras palabras a esto mismo en su libro La sociedad del Cansancio.

Pero para aclarar aún más lo que se entiende y para qué es útil hablar de autocompasión, es necesario comprender de qué hablamos y cuáles son algunos de los costos de la autoexigencia.

Estrés y Ansiedad: la autoexigencia excesiva puede contribuir al estrés crónico y a la ansiedad.

Autoestima Disminuida: en lugar de sentirnos valorados y aceptados, nos centramos en nuestras fallas y debilidades.

Autocrítica Rigurosa: La autora destaca cómo la autoexigencia nos lleva a ser críticos extremos de nosotros mismos.

Aislamiento Social: estar atrapados en nuestras demandas internas nos hace menos capaces de disfrutar y participar plenamente en las interacciones sociales.

Perfeccionismo Debilitante: la autoexigencia puede alimentar el perfeccionismo paralizante, llevándonos a procrastinar o evitar tareas por temor al fracaso.

Impacto en la Salud Mental: Kristin Neff subraya cómo la autoexigencia puede ser un factor contribuyente en problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad.

Impacto en la Salud Física: La autoexigencia prolongada puede afectar negativamente la salud física, incluidos problemas como trastornos del sueño, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y más.

Basándonos en las ideas de Kristin Neff, queda claro que la autoexigencia puede tener efectos perjudiciales en varios aspectos de nuestras vidas. Por ello, la práctica de la autocompasión se presenta como una alternativa saludable para contrarrestar estos costos y fomentar un mayor bienestar emocional y mental. La autocompasión nos permite tratarnos con amabilidad y aceptación, incluso en momentos de dificultad y autoevaluación.

¿Qué NO es Autocompasión?


La autocompasión no se trata de sentir lástima por uno mismo ni de ser egoísta. Tampoco es ser indulgente ni disfrazar la realidad. No es luchar de manera despiadada contra nosotros mismos, ni se reduce a la autoexigencia o la autoestima superficial. Es una práctica profunda que va más allá de estos conceptos.

De hecho Kristin Neff comparte los mitos que surgen cuando hablamos de autocompasión.

1er mito es lástima: al contrario los estudios demuestran que las personas autocompasivas son menos propensas a sostener pensamientos de lástima. Esto por supuesto tiene una repercusión positiva en la salud mental.

2do mito es debilidad: los investigadores han demostrado que la autocompasión es una efectiva estrategia de afrontamiento y resiliencia, cuando nos tenemos como un aliado interno.

3er mito nos hará autoindulgentes: esto tiene que ver con pensar que no nos exigiremos y que al tratarnos mal daremos al máximo. Nada más alejado de la realidad, así lo demostró algunas investigaciones realizadas en la Universidad de California en Berkeley.

4to mito nos hará narcisistas: La autocompasión no promueve el narcisismo. De hecho, son conceptos opuestos. El narcisismo se caracteriza por un exceso de amor propio y una falta de consideración hacia los demás, mientras que la autocompasión implica reconocer y aceptar nuestras propias dificultades y sufrimiento, y también tener compasión por los demás. La autocompasión nos ayuda a conectarnos con nuestras emociones y necesidades de una manera saludable y equilibrada ya que requiere el reconocimiento de que nosotros compartimos la condición humana de la imperfección.

5to mito: "Es egoísta": La autocompasión no es egoísta en absoluto. Egoísmo implica poner nuestras propias necesidades y deseos por encima de los demás sin consideración. La autocompasión, por otro lado, nos anima a tratarnos a nosotros mismos con amabilidad y comprensión, especialmente cuando estamos lidiando con dificultades. Al cuidar de nosotros mismos de manera adecuada, en realidad estamos en mejores condiciones para cuidar de los demás. La autocompasión no excluye la compasión hacia los demás; más bien, la fortalece al permitirnos estar emocionalmente equilibrados y conectados.

Importancia de Cultivar la Autocompasión


Es importante tener en cuenta que existe una diferencia entre el deseo saludable de superarse y la autoexigencia perjudicial. Cultivar la autocompasión puede ser una forma efectiva de contrarrestar los efectos negativos de la autoexigencia, permitiéndonos ser amables y compasivos con nosotros mismos mientras nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos, cultivando la aceptación y la compasión hacia nuestras propias imperfecciones.

Los tres componentes fundamentales de la autocompasión son:

Mindfulness: Implica ser conscientes de nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos. Al practicar la autocompasión, aprendemos a observar nuestras experiencias internas con apertura y sin crítica.

Humanidad Compartida: Reconocer que todos los seres humanos enfrentan desafíos y luchas en la vida. Nos conectamos con una sensación de unidad y empatía hacia los demás y hacia nosotros mismos.

Amabilidad con Uno Mismo: Tratarnos con amabilidad y cuidado en momentos de sufrimiento. En lugar de autocrítica y autodesprecio, nos ofrecemos palabras de aliento y apoyo, como lo haríamos con un amigo querido.

Recuerda que el viaje hacia la autocompasión es un proceso gradual y en constante evolución. A medida que exploramos y practicamos estos componentes, descubrimos nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, creando un camino hacia el empoderamiento y la salud emocional.