El miedo es una emoción inherente al ser humano que nos protege del peligro, pero cuando se desborda, puede transformarse en un problema importante.
¿Qué sucede si el miedo se instala en nuestra vida?
El miedo persistente puede manifestarse físicamente, como a través del nervio vago, que conecta el cerebro con el intestino, provocando alteraciones digestivas como inflamación, alergias, colon irritable, e intolerancias. También puede causar problemas como insomnio, irritabilidad, aislamiento, cansancio y, como señala Ana Ibáñez en su libro
Sorprende a tu mente, dificultar la concentración debido a la falta de calma y motivación.
¿Qué miedos se pueden abordar con la terapia de Flores de Bach?
• Miedo a temblores, a la muerte, a perder el trabajo
• Miedo a no tener las capacidades necesarias para un trabajo
• Ansiedad
• Miedo a la soledad
• Miedo al rechazo
La terapia floral de Bach puede ayudar a regular el miedo para que no interfiera con la vida diaria.
El Dr. Bach identificó 38 esencias que abordan el miedo desde diferentes perspectivas. Es crucial conocer el estado psicoemocional del consultante para determinar las esencias florales más adecuadas.
¿Por qué es fundamental abordar esta emoción?
Contamos con un sistema de regulación emocional compuesto por el sistema de amenaza, logro, y bienestar, es necesario que permanezca en equilibrio. Es normal sentir miedo, pero no es saludable vivir en un estado constante de amenaza, lo cual puede llevar a la depresión o desesperanza. El miedo puede protegernos, pero también puede impedirnos asumir riesgos necesarios.
Recientemente, el miedo parece haberse intensificado. La pandemia, conflictos bélicos y el aumento de la delincuencia han incrementado la sensación de inestabilidad y ansiedad. Evolutivamente, estamos preparados para responder a ciertos estímulos con la activación de la amígdala y la producción de cortisol, que nos prepara para luchar, huir o quedarnos paralizados. Sin embargo, vivir en este estado constantemente no es saludable.